martes

Un llanto azul




Un llanto azul
Me he cepillado el pelo hasta dejarlo brillante, me he puesto mi vestido verde, el que te gusta, y he cruzado la plaza para llenarme los ojos con esa luz que se cuela entre las copas de los árboles y deja dos escarabajos de oro en mis pupilas. Porque voy a verte.

Porque voy a verte aún sabiendo que es para decirte adiós, para que me digas adiós, para que me aprietes las manos entre las tuyas y me hables del amor que ha crecido entre nosotros, pero no es una enredadera que da campanillas violáceas sino una hiedra oscura, que nunca sabrá de flores.

Sé todo lo que va a ocurrir.

Rodará un llanto azul por mi mejilla.

La nombrarás para sentirte menos culpable. Hablarás de ella, de sus años de fervor y entrega, de las tranquilas paredes de tu casa, sacudidas por las pequeñas manchas que les hicieron las manos de tus hijos. hablarás también de ellos: dirás sus nombres con voz trémula, y yo me enterneceré y los acunaré en mi mente, como si me pertenecieran.

Es tu " yo pecador" hablarme de eso, después de haber soltado amarras, después de haber viajado conmigo entre tus brazos por un mar de ángeles sentenciosos y risas asfixiadas por tus besos y vientos de fuego quemándose en la sencilla y honda ceremonia de la pasión y el estremecimiento. Cuando me confesaste que no eras libre, ya estaba enamorada de ti, ya me querías.

Sentí que el universo se vaciaba y me tragaba en sucesivos terremotos; que me hundía buscando donde apoyar los pies.

Pero te quiero, dijiste.

Y la tierra volvió bajo mis pies, se cerraron las grietas, se soldaron los abismos, todas las cosas volvieron a su lugar.

Tan sólo una pátina gris sobre mi vida, sobre mi cuerpo, oscureciéndose, aplastando mis movimientos hasta volverlos lentos gestos de autómata.

Pero te quiero..

Me colgué de esas tres palabras para no morir. Entonces empezó la ansiedad de nuestros encuentros. Empezaste a nombrarla cada vez, a amarla para mí, para que supiera sus colores, sus actos, su forma de pensar.

Tan distinta a mí. Tan distante de ti y, sin embargo, teniéndote. Porque tu no sabías, que era ella y no yo quien te tenía.

Y yo lo fui sabiendo, sin querer, sin proponerme saber, lo fui sabiendo día a día y fui ocultándotelo con miedo de que lo advirtieras.

Mientras no lo supieras me albergarías en un rincón de tu ser y de tu mente, y segurías pensando que yo era tu motor, que yo era la corriente de luz que te impulsaba, tu oasis, tu huerto y engalanado de frutos para el hambre y arroyos para la sed.

Egoísta, aferrada, empecinada, recortándote con el filoso cuchillo de la posesión, recortándote de tu estampa familiar en la que ellos te rodeaban, para alargar mi agonía.

¿En qué momento descubre el árbol que su verdad es la raíz y no el libre ramaje que lo acerca al cielo y lo agita en el aire?...

¿En qué momento ibas a darte cuenta de esto?. Unas semanas más y sucedió.

Era lo inevitable, lo esperado con miedo, lo presentido, eran los fantasmas corporizándose.

Me llamaste con una voz triste, pero segura y firme:

Tengo que hablar contigo, por última vez....

Bueno....

Mañana, me dijiste; a las tres de la tarde...

Y hoy es mañana.

Rodará un llanto azul por mi mejilla en el momento del adiós. Rodará un llanto azul por tu mejilla en el momento de la verdad.

¿Porqué entonces este afán de gustarte, este cruzar la plaza para llenarme de luz dando la hora del encuentro, si sé que va a ser el último y nunca más, nunca, nunca más volveré a verte, volveré a estrecharme contra ti?.

Voy a morir un poco y me acicalo.

Voy al entierro de mi luz y me ilumino.

Voy al martirio y sonrío.

Endulzo el café, lo siento amargo.

Tiemblo, te quiero.

Voy a evitarte una tortura.

Voy a hacer algo por el amor que me recorre, que me aprieta frente al límite del olvido.

Llamo al camarero, pago mi café.

Huyo. Huyo de este lugar y del encuentro.

Me esperarás en vano. No verás mis ojos mojados. No tendrás que decirme tu discurso de despedida.

No responderé tus llamados, si me llamas.

Ya ves te facilito tu tarea, evito que te conviertas en mi verdugo.

No es un acto de arrojo solamente; es una forma de inventarme la manera de creer que hubiera rodado un llanto azul por tu mejilla en el momento de la despedida. Un llanto azul por mí.

Un llanto azul.

Porque si voy y estás sereno y duro, si voy y tus ojos permanecen secos, será la muerte verdadera, así...puedo llenar de azul este recuerdo..

De un llanto azul, un llanto azul por mí..

Poldy Bird

domingo

La verdad



Hace mucho tiempo, un feroz cocodrilo, que vivìa en cierta parte de Africa, devoraba a todos los viajeros que intentaban cruzar una determinada ciènaga.
Durante años este cocodrilo vio, con toda naturalidad, su misiòn de predador hasta el dìa en que escuchò ciertos rumores que circulaban sobre él, .
Los pàjaros, los peces y otros animales del contorno tenìan una idea clara de la fuerza y de la crueldad del cocodrilo, y se veìan obligados a reconocer que era pràcticamente imposible escapar a sus colmillos.
Pero afirmaban que este cocodrilo NO CONOCIA LA VERDAD.


Tal frase atormentó durante mucho tiempo al cocodrilo. ¿ Cómo era posible que él, el gran devorador universal, no conociese la verdad?.
Por otro lado, si no la conocía, no podría reconocerla, y de este modo ignoraba el hecho de que no la conocía. En tal caso, qué debería hacer para aprender lo que ignoraba, sin saber de antemano la naturaleza de esa cosa que desconocía, es decir, la verdad.......
Estas reflexiones amargaban el cerebro del pobre animal, que se aburría en su marisma.......

Un día se presentó ante él una joven dispuesta a cruzar la ciénaga. Iba a echarse sobre ella para devorarla, tal y como le dictaba su instinto. Pero se detuvo por un súbito impulso, y dijo a la joven:

¡¿ Conoces tú la verdad?....... Si respondió ella muy tranquila.
- Bueno, pues si tú me dices la verdad, yo no te devoraré.........
.- La joven reflexionó un instante, y le dijo:...
- La verdad es que tú me vas a devorar.........


El cocodrilo se quedó con la boca abierta, pues el enunciado de la verdad siempre sorprende al que la escucha por primera vez.......Cuando finalmente salió de su asombro, la mujer ya había franqueado la ciénaga y se alejaba corriendo..


Pero ¿ quién es el que, en esta historia dijo la verdad?.
La mujer habia dicho: ¿ la verdad es que tú me vas a devorar?......
Ahora bien, el cocodrilo no había devorado a la joven, la cual,, entonces, había mentido.
El cocodrilo había dicho, Si me dices la verdad, yo no te devoraré....


El cocodrilo no había devorado a la joven; por tanto, había dicho la verdad
-. Pero la joven no la había dicho; así pues, él deberia haberla devorado.Y si la hubiera devorado, la joven habría dicho la verdad. Y, por su parte, el cocodrilo habría mentido.


LA VERDAD DE UNO ES LA MENTIRA DEL OTRO.

De esta manera se manifiesta a veces la verdad.

Astrologia esoterica primera parte



MIS primeras palabras sobre este tema serán de índole entera¬mente preliminar. Trataré de sentar las bases para encarar, en forma algo distinta -y bastante más esotérica- la ciencia de la astrología. Me referiré a algunas cosas que probablemente podrán ser calificadas por los astrólogos académicos y sin inspiración, como revolucionarias y erróneas, improbables o indemos¬trables. Sin embargo, la astrología no ha demostrado todavía realmente su valor al mundo del pensamiento y de la ciencia, a pesar de los muchos éxitos definidamente demostrables. Por lo tanto, pediré a quienes leen y estudian esta parte del Tratado sobre los Siete Rayos, que tengan en cuenta el comentario anterior y estén dispuestos a considerarlo como hipótesis, esforzándose por analizar la teoría o sugerencia, y por comprobar las conclusiones a que se ha llegado en pocos años. Si pueden hacerlo, sobrevendrá un despertar de la intuición que convertirá a la astrología moderna en algo de mucha importancia y significación para el mundo. La astrología intuitiva reemplazará eventualmente a lo que hoy se llama astrología, retornando de este modo al conocimiento de esa antigua ciencia que relacionó las constelaciones y nuestro sis¬tema solar, atrajo la atención sobre la naturaleza del zodíaco e informó a la humanidad sobre las interrelaciones básicas que rigen y controlan los mundos fenoménico y subjetivo.

Djwhal Khul

Bendiciones

La bola de cristal



Se tiene conocimiento de la existencia de la bola de cristal como método adivinatorio desde el siglo V. Entre los europeos y especialmente entre los celtas (irlandeses, bretones y escoceses) era y continúa siendo muy frecuente su utilización, así como otras técnicas realizadas en superficies reluctantes, que también han sido utilizadas por otros pueblos, como los mayas, indios de Norteamérica, incas, aborígenes australianos y tribus de Borneo, Nueva Guinea y Madagascar.
La superficie reflectante puede ser agua, cristal o metal pulido. En la antigua Grecia leían de las aguas de una fuente que se consideraba sagrada, como la del santuario de la diosa Deméter. Los babilonios leían de cuencos sagrados, los hindúes de platos llenos de melaza, y el mismo Michel de Nostredame, más conocido por Nostradamus, realizó muchas de sus profecías utilizando los reflejos del agua de un cuenco colocado sobre un trípode de latón.
Otra variante es la observación de espejos: En la antigua China los utilizaban de bronce pulido, donde podían ver reflejados a demonios, y en el siglo XIV las brujas usaban espejos de ónice para ponerse en contacto con espíritus.
Dentro de toda esta amplia gama de posibilidades, la observación del cristal, y específicamente la bola de cristal, se considera la más eficiente y práctica.

EL PODER DE LA ORACION


Recuerda: La Oración es el vínculo que une al Cielo con la Tierra. Cuando oras estás hablando con DIOS. Empieza así tu día:

¡SEÑOR! Sea ésta mi oración como incienso que suba hasta Tu Trono con olor de suavidad.
Sé que soy imperfecto pero también sé que TÚ eres Misericordioso. Te ofrezco todo lo mejor que hay en mí. Úsame como Tú quieras que yo voy a servirte con Amor.
¡Gracias por aceptar mi pobre ofrenda!
**********
Que tu oración sea corta pero sentida, salga del fondo de tu corazón envuelta en el mas puro Amor Divino.

Curaciòn con color

Luz y color



La luz es una banda angosta de energía visible en medio de un espectro que abarca energías que van de 10s rayos cósmicos a las ondas de radio. Estas energías se pueden clasificar de acuerdo a la longitud de onda y se miden en manómetros, cada uno equivalente a un millonésimo de milímetro. El espectro de la luz visible cae en la banda de 380 a 760 nm. Nuestros ojos pueden sentir cada variación en longitud de onda dentro de esta banda de energía y la interpretan como un color especifico. Los rojos tienen la longitud de onda más grande, frecuencia más baja y menor energía, mientras que los violetas tienen la longitud de onda más corta, las mayores frecuencias y más energía. Más allá del extremo rojo del espectro visible existe las longitudes de onda más largas de la radiación infrarroja, las microondas y las ondas de radio; más allá del extremo violeta existen las longitudes de onda más cortas de la radiación ultravioleta, los rayos X, los rayos gama y los rayos cósmicos. La energía de a luz del sol produce todas las longitudes de onda de color, desde el ultravioleta, pasando por el espectro visible hasta el infrarrojo en una distribución más o menos igual. A esto se le conoce como luz blanca de espectro completo.

Los efectos del color en la vida debieron tener un gran significado para los primeros seres humanos, cuya mera existencia estaba regida por la luz y la oscuridad. La mayoría de los seres vivos parece fortalecerse con los brillantes rojos, anaranjados y amarillos de la luz del día y calmarse y rejuvenecerse con los azules, índigos y violetas de la noche. Los antiguos consideraban que los colores que forman la luz solar representaban un aspecto diferente de lo divino y que influían en diferentes cualidades de la vida. Por lo tanto, el color es una característica significativa en el simbolismo de las culturas antiguas de todo el mundo, y los orígenes de la curación con color en la civilización occidental se pueden remontar a la mitología de los antiguos egipcios y griegos.

Texto: "Curacion con color" Helen Grahan
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Destruyendo al projimo/del guerrero de la luz

Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer. -Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez. -De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia. La mujer obedeció y volvió al día siguiente. -Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado. -Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo! -De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho. Y envió a la mujer a la cárcel.

Celia Cruz, nos canta sobre las yerbitas

Respeto por las religiones y filosofias de otros