Atados de hierbas grandes (aproximadamente 30cm.)

con agregado de rodaja de naranja o palo santo

Envíos a todo el país

Desde CABA Buenos Aires 

Sahúmos naturales

Sahúmos naturales, artesanales. 

Hechos totalmente con hierbas seleccionadas, hay varios atados, según cada necesidad. 

Cada atado mide aproximadamente 30 cm.

 

Hierbas para sahumar y atados de hierbas naturales

Paquetes de hierbas para sahumar, y para baldeo. 

Todas de elaboración propia. 

 

Sahumerios naturales Nuevos atados

 

Aceite de menta, peperina, eucalipto y hierbabuena

 

Aceite de Menta, peperina, eucalipto y hierbabuena 

Producto Natural Elaboración Propia. 

 Propiedades de la menta 

Purificación, sueño, amor, curación y poderes psíquicos. La Menta se ha usado durante mucho tiempo en hechizos de curación y de purificación. Su presencia aumenta las vibraciones de un lugar. Si se huele induce al sueño, y si se coloca bajo la almohada, a veces, da una visión del futuro en los sueños y se piensa que las almohadas rellenas con menta verde protegen a los durmientes contra ataques de brujería, pesadillas y entidades malvadas de la noche, como los íncubos o súcubos. Si esta hierba aromática se machaca y se quema como incienso, atraerá clientes a tu negocio. Se frota contra muebles, paredes y suelos para purificar del mal y fuerzas negativas. También se cree que la Menta excita al amor y por eso puede añadirse a este tipo de mezcla. Los poderes mágicos de esta valiosa hierba, que además de inundar el ambiente de un refrescante aroma, aportará paz y armonía. 

 Peperina: Además de favorecer las vías respiratorias, atrae prosperidad y también es purificadora. 

Eucalipto: 

 El eucalipto sirve para apertura de caminos, lo llaman también el “curador” del alma. Atrae energía positiva a través de los seres de luz, como los ángeles. Hierbabuena: Una de sus propiedades es el mentol, tan refrescante. Su olor ayuda a dispersar la negatividad, las energías negativas y actúa como barrera de entidades malignas.

Plantas mágicas Cómo se utilizan?

 

Plantas Mágicas: Cómo se utilizan 

Crea tu propio jardín mágico, espiritual y practica la magia tradicional de las brujas, utilizando las plantas mágicas y hierbas de tu jardín. Comenzarás a sentir la energía de cada flor y planta que utilices y serás capaz de comprender la alquimia de cada una de ellas, ganarás horas de placer en tu jardín mágico. 

SAHÚMOS NATURALES

Sahúmos de hierbas naturales

Hierbabuena

Romero

Ortiga

Albahaca

Con rodaja de naranja o Palo Santo a elección.

 

Ortiga Propiedades mágicas

 

Ortiga 

Propiedades mágicas 

Las plantas con pinchos o espinas, en magia siempre serán defensivas. Esta planta que es urticante, además de defender de insectos, defiende contra el mal de ojo. 

Antiguamente, en la edad media, las brujas solían hacer una muñeca de trapo, dentro de ella colocaban piedras, hierbas, objetos, mientras iban haciendo sus peticiones siempre de buenas intenciones, antes de cerrarla, no podía faltar la ortiga. 

Luego la muñeca descansaba en el altar o en un lugar de la casa, defendiendo de enemigos y alejando a las personas que no nos quieren. La ortiga, el romero y la albahaca, quemados como sahumerios devuelven una maldición a quién la haya enviado, ya sea sahumando una casa, persona, negocio o un animal, no olvidemos que los animales domésticos muchas veces son víctimas de maldiciones por ser los más inocentes. 

Cuando una persona está enferma, se coloca un ramo fresco de ortiga debajo de la cama, para aliviar y sanar el aura. Lo mismo si se trata de un decaimiento por mal de ojo o envidia. 

El ramo que va debajo de la cama, se deja unos días hasta que se seque, luego sin tocarlo, se agarra con una bolsa de plástico o cartón y se tira bien lejos de la casa.

Lazo de amor Planta

 

Leyenda de la planta lazo de amor 

Cuenta la historia que muchos, muchos años atrás, en la época de castillos y caballeros, cuando la primavera comenzaba a asomarse, la princesa Oralis hija del rey Ian de Carvun y la reina Klarion, caminaba por los jardines del palacio cuando se encontró con Philip, el hijo menor del jardinero. Inmediatamente simpatizaron y comenzaron una linda amistad. Los paseos de la princesa al jardín y al bosque y sus encuentros con Philip se hicieron cada vez más frecuentes, hasta que se dieron cuenta de que se habían enamorado perdidamente. 

El joven Philip tomó coraje y a pesar de los consejos de sus padres que le decían que debía alejarse de la princesa, fue a hablar con el rey Ian para pedirle la mano de Oralis. El rey enfureció ya que no entendía como un joven tan humilde había tenido la insolencia de pedir la mano de su hija en matrimonio. 

Ordenó a sus guardias que encarcelaran al muchacho en la torre del castillo hasta que su hija se olvidara de él y se casara con un príncipe digno de su estirpe. Llena de tristeza, la princesa Oralis, lejos de olvidarse de Philip, siguió visitando los jardines del palacio y el bosque a diario. 

Una mañana, en una vasija que pudo sacar de la cocina, colocó tierra del bosque donde habían pasado junto a su enamorado, los más dulces y hermosos momentos que ella pudiera recordar. Plantó un gajo de una planta silvestre que a los dos les gustaba y cerrando los ojos, pidió un deseo a los dioses: que la unieran nuevamente a su amado. Esa noche cuando todos dormían, subió a la torre y con lágrimas en los ojos, le pidió al guardia que le diera esa planta a Philip, cuando él despertara en la mañana. 

El guardia, conmovido por el sincero y profundo amor que reflejaba el rostro de Oralis, accedió a entregar la planta. Cuando Philip recibió el regalo, supo que era de Oralis y ayudado por el guardia, cuidó de la planta y la puso en el borde de un ventanuco, para que recibiera sol. 

Dicen que la planta, alimentada por el espíritu de amor de los jóvenes, extendió sus hojas y largó fuertes guías hasta casi tocar la tierra, como intentando unir esos corazones. Una madrugada, ayudado por el guardia, Philip escapó de su encierro, colgándose de las guías de la planta, que parecía haberse vuelto más fuerte para ayudar a unirse a los jóvenes. Esperó a Oralis cerca del lago donde solían encontrarse y juntos huyeron a un lugar lejano y fueron inmensamente felices. 

El guardia conservó la planta de Philip y Oralis a la que llamó lazo de amor, y dice la leyenda que desde ese entonces, cuando haya un corazón herido por amor, éste se sanará plantando y cuidando un gajo de lazo de amor.