domingo
Para conocer algo, hay que perderlo
" Para conocer algo, hay que perderlo. Todo el mundo se extravía de su mundo interior, de su espacio interior, y poco a poco uno se siente hambriento, lo anhela. Surge el apetito, se siente la sed. Llega la llamada del yo más interior para regresar a casa y uno empieza a viajar. Eso es lo que significa ser un buscador. Es ir al cálido espacio interior que abandonaste un día. No estaras ganando algo nuevo. Ganaras algo que siempre estuvo ahí, pero, no obstante, será un beneficio, porque ahora por primera vez veras lo que es. La última vez que estuviste en ese espacio eras ajeno a él. No se puede ser conscientes de algo si se ha abandonado. De modo que todo está bien. Extraviarse también está bien. Pecar también está bien porque es el único modo de convertirse en santo."
Osho.
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Destruyendo al projimo/del guerrero de la luz
Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
-Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.
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