domingo

Deja atras el pasado




 En muchos aspectos de nuestra vida la influencia de quienes nos rodea es determinante, nos impulsa a realizar distintas cosas que pueden o no, ser convenientes en nuestro camino del día a día. Sobre nosotros, se posa una imagen simbólica de esa presión social y encima de ella está otra imagen aún más arrogante; la que siempre te empuja a hacer ésto y lo otro.
A pesar que tu búsqueda se encuentra en tu interior, hay una parte de ti que quiere permanecer dentro, pero otra aún más fuerte que está al tanto de lo que dicen afuera... No busquemos la verdad, no perdamos el tiempo queriendo conocerla, porque sencillamente está aquí con nosotros.
Es tan fácil verla y lo hemos hecho muy difícil. Cuando más te acercas, te das cuenta que no hay nada, que siempre ha estado allí... Vives buscando la verdad, pero en realidad tenemos que apartar las mentiras, la mente, la ira, el deseo, la codicia, etc...
Todas son mentiras creadas en tu cabeza, son espejismos, al final es tan sólo arena. No compliquemos nuestra existencia haciendo de la misma un esfuerzo o una meta, es en las cosas naturales donde está nuestra meditación, en lo mundano, pero en lo mundano con consciencia, en lo que hacemos con pasión en cada detalle...
Recuerda, no estás en el pasado que ya pasó, ni serás feliz en ese futuro que no llega.. El mañana no existe, siempre existe el hoy.

No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails
Related Posts with Thumbnails

Destruyendo al projimo/del guerrero de la luz

Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer. -Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez. -De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia. La mujer obedeció y volvió al día siguiente. -Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado. -Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo! -De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho. Y envió a la mujer a la cárcel.

Celia Cruz, nos canta sobre las yerbitas

Respeto por las religiones y filosofias de otros