domingo

La suerte



La Suerte.
La primera cuestión á resolver es la siguiente: ¿Tiene suerte? ¿Si no lo tiene, esto es real o es verdad que usted cree que no lo tienes, mientras que usted realmente lo tiene? Si usted tiene suerte, algo más simple, ya que basta solamente con conservarla. La última parte de este pequeño volumen es consagrada a la solución de esta cuestión. Si usted no tiene suerte, hay que en primer lugar preguntarle según cuáles indicationes usted lleva este diagnóstico. En efecto, pasa la mayoría de las veces que se compara con un amigo o con una amiga particularmente dotada bajo este informe y que cree que no tiene suerte porque se refiere a un ideal casi imposible
Al alcanzar. Cuando se reflexiona y cuando se compara con seres que realmente sufren, nos percibimos mientras que tenemos más suerte bien que ellos. Pero admitamos el caso real de una desgracia verdadera. Nada consigue las empresas más simples; no sólo no tenemos posibilidad personal, sino que ellos todos los que le acercan momentáneamente pierden su suerte. Es entonces un estudio verdadero que hay que emprender para descubrir las causas posibles de esta mala suerte, para emplear la expresión popular. Buscaremos: Las causas físicas; Las causas astrales (tensión débil y fluídica, signaturas astrales de nacimiento, signos fisiognomónicos, etc.). Las causas espirituales (costumbre de la maledicencia, de la calumnia, el odio o la envidia, la ausencia de caridad, etc.).

(Papus)

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