Hay que aclarar lo siguiente: ningún oráculo es infalible. Cuanto más sepamos acerca del lenguaje simbólico que está presente en los arcanos y más nos conectemos con nuestra propia intuición mejor interpretaremos su mensaje.
Sin embargo, tendiendo en cuenta la ley universal de Trimegisto "Cómo es arriba es abajo, como es afuera es adentro" podemos modificar nuestro entorno en la medida en que trabajemos con nuestro interior.
* ¿En qué nos basamos entonces para interpretar el oráculo?
En el concepto junguiano de la sincronicidad para explicar cómo funciona el mismo. La sincronicidad consiste en la unión trascendente de dos hechos que aparentemente parecen desligados y que sin embargo conforman una unidad psíquica y física.
El viaje se inicia con el Loco. Es el número 0 y el 22 dependiendo del mazo con el que trabajemos. Lo importante es que no tiene número fijo y por eso se dice que es el nómade del tarot.
Es libre de ir y venir a su antojo, y de saltar de un lado al otro. El concepto del cero, desconocido en el mundo antiguo, apareció en Europa en el s. XVII. Creó el sistema decimal y filosóficamente descubrió que la aparente "nada" ocupa un espacio y contiene un poder.
El cero no expresa nada y lo contiene todo y está íntimamente ligado al movimiento circular que rige la vida del hombre: los ciclos de la naturaleza y de la vida, el fluir de la respiración, etc. El cero simboliza el círculo que contiene la idea de la totalidad.
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