jueves
REIKI grado 1
La iniciación en el Grado I habilita para aflojar bloqueos, desintoxicar el cuerpo, admitir una relajación profunda y aceptar una energía vital positiva. Mis experiencias me mostraron que con un seminario de dos a tres días se obtienen resultados muy armoniosos y exitosos para la inicia¬ción en el Grado I. Este seminario puede realizarse durante un fin de semana. Para lograr un ambiente muy personalizado, el grupo no debe¬ría estar integrado por más de cuatro personas. Al comienzo, se efectúa un intercambio de experiencias. Los participantes tienen la posibilidad de contar lo que saben hasta el momento sobre Reiki y cómo se contactaron con el tema. Así se conocen mutuamente y se establece una base de confianza. Al concluir la reunión de la noche, relato la historia del doctor Mikao Usui. Al día siguiente, comenzamos con un desayuno en común. Al comprobar las vivencias y consecuencias que promueve la conversación de la noche anterior en los distintos participantes, siempre me sorprendo de nuevo. En todos crece la disposición y el deseo de conocer más profundamente el Reiki. Comienzo la parte teórica con una introducción al Reiki: Qué es el Reiki y que características debe tener la persona que aplica Reiki. Señalo que, con la iniciación, se produce un cambio en el ser humano y que cada uno percibirá este cambio en forma diferente. Cre¬cerá la disposición de ayudar a otros y la aceptación del ser humano íntegramente tal como es. Fortalecerá el pensamiento positivo y obten¬drá una cosmovisión distinta. Aprenderá a descansar en sí mismo y to¬mará conciencia de la propia fuerza. Señalo especialmente que poder servir como canal del Reiki es un regalo divino, por el cual se ruega de nuevo con cada tratamiento. Pero lo más importante es no perder la relación con la realidad y pensar que, a pesar de todo, es un ser normal y seguirá siéndolo. Es parte de la responsabilidad de la persona que administra Reiki ofrecér¬selo a alguien, pero jamás imponerlo. Reiki sólo fluye en la medida que una persona está dispuesta a recibirlo en ese momento.
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Destruyendo al projimo/del guerrero de la luz
Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
-Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.
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