jueves
La magia de las flores
Los aromas de las flores, de las hojas, de las semillas pueden ser utilizados para dilatar nuestra capacidad de sentir amor dentro de nosotros y devolverlos a los demás.
Las fragancias especiales atraen la prosperidad a nuestras vidas.
Cada flor encierra un secreto atrayendo bienestar, amor, armonía y paz.A lo largo de la historia, los seres humanos han sido conscientes de los efectos comprobados que las plantas aromáticas han tenido sobre su ente, su cuerpo y sus emociones.
El hombre siempre ha olido las flores, y desde la época primitiva empezó a tomar conciencia de las fragancias.Cuando en una casa se presentan muchos pleitos, conflictos y disgustos, hace falta este hechizo para devolver la paz y armonía:
• En una noche estrellada, en el fondo de la casa sembrarás un gajo de jazmines. Si tienes espacio, siembre en el terreno; de lo contrario usa una maceta. ¡Riega la planta sembrada
• Después, recoge varios jazmines, deshojados, y mezcla los pétalos con tres gotas de tu llanto (por el sufrimiento que estas padeciendo).
• Deja los pétalos con tu llanto junto a una ventana donde le den las estrellas, toda la noche.
• Al día siguiente, recoge los pétalos y entiérralos junto a la planta que sembraste.Este encantamiento te ayuda a atraer la paz, y si logras que florezca la planta que sembraste inicialmente y siempre tienes jazmines a tu alrededor, nunca habrá disputas ni problemas serios.
Procura tener muchos jazmines alrededor de la casa; son los que brindan armonía en el hogar.
Pasionaria Contra El Mal
Sus flores protegen contra el diablo y los espíritus malignos. Para ello, colócalas en un florero con agua en un sitio central de la casa o, en vez secas, ponlas en bolsitas y distribúyelas en diferentes lugares de la vivienda.La pasionaria desde épocas muy remotas se utilizo para evitar el ingreso del diablo a un hogar, así como los cristianos colocaban una cruz tras la puerta muchas personas colocan una planta de pasionaria
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Destruyendo al projimo/del guerrero de la luz
Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
-Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario