domingo
Magia y velas
Cuando nosotros iniciamos una sesión de meditación la mente se activa de una manera diferente, nuestra aura sufre un proceso de mutación.
Cuando visualizamos un determinado color, nuestro cerebro actúa para que el aura lo refleje... Es a través de ese proceso alquímico que las entidades divinas a quien están dirigidas nuestras peticiones u oraciones, captarán y entenderán nuestros pedidos. Hay que recordar que la comunicación con los seres etéreos es por medio de la energía, no es a nivel físico.
La magia y las velas están absolutamente unidas, no hay hechizo mágico, trabajo o ritual en que no estén presentes las velas.
En esta sección le vamos a brindar toda la información necesaria para que los trabajos esotéricos tengan éxito.
Es importante destacar que nuestra predisposición, nuestra actitud mental positiva y nuestro deseo son elementos indispensables al momento de encarar un trabajo mágico.
El fuego siempre ha sido relacionado con aspectos mágicos y religiosos de la naturaleza. Las primitivas lámparas de piedra, antecedentes de las velas, sirvieron para contener el fuego oculto y eterno de la vida, la luz. Actualmente este es un arte prácticamente desconocido para el público en general.
El fuego, como elemento sagrado, se convirtió en creencia entre las antiguas civilizaciones, y comenzó a utilizarse para dar respuestas sobre el destino tanto individual como colectivo. Así ha llegado hasta nosotros
El arte de adivinación a través del fuego se realiza mediante la observación de las llamas, de las formas y colores. Este arte se universalizó mediante la utilización de las velas.
Se sabe que los antiguos druidas de la religión celta, instruían y realizaban ceremonias a sus discípulos en el interior de las cuevas iluminadas. Utilizaban con mayor incidencia la utilización del fuego en las celebraciones dedicadas a sus dioses.
Los etruscos, antiguos pobladores del norte del actual Italia, ya utilizaban velas a las que denominaban Céreus, que fabricaban con cera y sebo. Posteriormente en la antigua Roma se utilizaban grandes velas en los altares dedicados a los dioses y también iluminaban las casas de los altos mandatarios.
También es importante la utilización de las velas en ceremonias religiosas. El candelabro judío, por ejemplo, es uno de los símbolos más antiguos que se conoce. En la religión católica desde el siglo IV, las velas han sido un medio de ofrenda a Dios, a las Vírgenes y a los santos en acción de gracias o para pedir un favor.
Las velas son un instrumento muy utilizado en todo tipo de creencias y por supuesto también en magia. La mayoría de las recetas mágicas solicitan tener alguna vela encendida y por eso vamos a recoger aquí algunas de las velas que podemos encontrar en cada ceremonia.
VELAS DE ALTAR: conocidas también como velas divinas ya que simbolizan la potencia de dios sea cual sea la religión o ideología que se profese. Se colocan siempre en la parte posterior del altar donde se realiza la ceremonia y generalmente deben ser dos velas largas de color blanco, recomendamos las cónicas largas.
VELAS PERSONALES: conocidas también como de oficio, son aquellas velas que representarán a los individuos a los que va referida la ceremonia. Y el propósito para el cual se realiza el ritual o hechizo. (Consulte la sección de velas y colores).
VELAS DIARIAS: Los colores de estas velas corresponden al día de la semana en el cual se realice el ritual, los colores que corresponden a cada día de la semana los puede consultar los Colores Diarios.
VELAS PLANETARIAS: son aquellas velas que representan las cualidades de cada planeta a través de sus colores característicos. Se utilizan cuando se quiere atraer la energía planetaria para la petición. Deben incluirse las correspondientes a la persona que realiza el ritual y a quien esté destinado el mismo. Consulte en Velas Zodiacales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Destruyendo al projimo/del guerrero de la luz
Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
-Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario