sábado

Dia Mundial del Alzheimer




Una mañana agitada, a las 8:30, un señor mayor de unos 80 años, llegó al hospital para que le retiraran los puntos de su pulgar. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00. El doctor le pidió que tomara asiento. Sabiendo que quizás pasaría más de una hora, lo vio mirando su reloj y decidió, examinar su herida. Mientras lo curaba le preguntó si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan inquieto. El señor le dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. El doctor le preguntó sobre la salud de ella: Él le respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer. Le preguntó si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde: Le respondió que hacía tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo. El doctor sorprendido entonces le pregunto: “Y usted sigue yendo cada mañana, aún cuando ella no sabe quien es usted?” El sonrió y le dijo: "Ella no sabe quien soy, pero yo aún se quien es ella y la amo" Al doctor se le erizó la piel, y tuvo que contener las lágrimas mientras el señor se iba, y pensó, "Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida". El Amor Verdadero no es físico, ni romántico. El Amor Verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no será en la vida . La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo.
La gente más feliz son los que hacen todo lo 
mejor que pueden


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Destruyendo al projimo/del guerrero de la luz

Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer. -Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez. -De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia. La mujer obedeció y volvió al día siguiente. -Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado. -Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo! -De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho. Y envió a la mujer a la cárcel.

Celia Cruz, nos canta sobre las yerbitas

Respeto por las religiones y filosofias de otros