sábado
El sanador (OSHO )
El sanador no es realmente un sanador porque él no es quién actúa.
La sanación sucede a través de él; él solamente tiene que desaparecer. En realidad, ser un sanador significa no ser. Cuanto menos eres, mejor es la sanación. Cuanto más eres, más bloqueado está el vehículo.
Dios, o la totalidad, o como prefieras llamarlo, es el sanador: el sanador es el todo…
Una persona enferma es aquella que ha desarrollado bloqueos entre ella misma y el todo, y es por eso que está desconectado. La función del sanador es volverle a conectar. Pero cuando digo que la función del sanador es volverla a conectar no me refiero a que es el sanador quien tiene que hacer algo. El sanador es sólo un vehículo.
Dios es el sanador.
El sanador está conectado con el todo, por eso puede convertirse en un vehículo. El sanador toca el cuerpo de una persona enferma y se convierte en un enlace entre el paciente y la fuente. Si es sanador es una persona persona de conocimiento, que entiende el proceso, no sólo puede ayudar al paciente a sanar, sino que además puede ayudarle a que conectarse con la fuente de donde procede la sanación.
OSHO
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Destruyendo al projimo/del guerrero de la luz
Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
-Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.
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