Se
tú,
sin más.
Vive en paz
y contagia paz
a los demás. Ponte
a caminar. Camina sin más,
camina conscientemente, mirando
y dejándote mirar por las cosas y por las
personas. Contempla las estrellas en la noche.
Mira una flor con atención,
siente cómo ella también te mira.
Pon tu corazón a punto: sólo allí habla Dios;
para ello, permítete estar vulnerable, abierto...
Si dices "Feliz Navidad", sonríe. Si recibes un regalo,
sonríe. Sonríe siempre. Dile a alguien que le quieres. Escucha
a los demás. No te quedes viendo la televisión: sal, salta y juega,
a ser posible, con los demás. Di "gracias",
agradécelo todo, haz favores, ayuda; y no esperes
nada a cambio, disfruta haciendo todo esto. Pide las cosas
por favor. Olvida el rencor, se compasivo; la compasión es una
cualidad superior del amor. Acepta un cumplido, un elogio... una bendición.
Y perdónate, verás como eres capaz de perdonar a los demás... Sueña despierto:
piensa en algo que puedes mejorar y mira qué puedes hacer ¡ya! Elogia a los demás,
también la Existencia los eligió a ellos para que te acompañasen... No digas "no puedo", intenta
hacerlo. Respira
conscientemente,
camina conscien-
temente.. la cons-
ciencia es la luz del
Espíritu. Escucha a
alguien. Juega con
tu mascota preferida.
Saluda a la gente.
Permite que alguien
te quiera. Canta sólo,
canta con los demás.
Comienza con ilusión cada día.
Recuerda por la noche el amor que has sembrado
y el que has recogido. Quiérete siempre un poco más,
experimenta el amor en ti y por ti -nadie da lo que no tiene-.
Vive en paz. Contagia y expresa alegría y felicidad y sé todo para todos.
Así puedes construir cada día la Navidad... (Osho)
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