domingo
Amante
Si quieres ser infeliz, conviértete en la amante de
un hombre casado.
Si quieres verlo infeliz a él, exígele que abandone
a su familia.
Ser la amante de un donjuán, un solterón
empedernido o un casado, es como una compra a
crédito: te dan todas las facilidades y con un
mínimo anticipo es tuyo, mejor dicho, puedes
usarlo todo lo que quieras, pero no es tuyo hasta
que termines de pagarlo. Cuando te das cuenta, ya
no está a tu lado y aún sigues pagando altos
intereses.
Si consigues levantar el último documento, está
tan gastado que sólo resta tirarlo.
Se paga muy caro y se goza muy poco.
"El libro del no amor"
Dr. Hugo Finkelstein
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Destruyendo al projimo/del guerrero de la luz
Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
-Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.
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